Colectivo Sol… 30 años de resplandor y nubarronesGuillermo Montalvo Fuentes Colectivo Sol cumplió tres décadas de existecia México DF, agosto 25 de 2011. No le interesan los aniversarios de pasteles y velitas. Juan Jacobo Hernández pugna por más, está convencido de que la respuesta al VIH/sida en México exige más trabajo que festejos. Este mes, Colectivo Sol, la organización que preside, cumplió 30 años de vida, por tal motivo el activista compartió para esta agencia todo el resplandor, pero también los nubarrones, que han acompañado a esta asociación a lo largo de sus primeras tres décadas. Efervescencia de la liberación homosexual Apegado a la Iglesia católica por entonces, Juan Jacobo detecta que fue durante su adolescencia cuando le surgió el interés por el activismo social, inspirado por las pláticas que le compartía un sacerdote quien había realizado algunas misiones en África. “En aquel tiempo tenía la preocupación cristiana de salir a muchos lugares y hacer el bien, algo que se me quitó años más tarde, luego de un desencuentro ideológico que tuve con un cura, lo cual me alejó de la Iglesia”, señaló Hernández quien hoy día se declara un “ateo convencido”. Este distanciamiento no impidió que se involucrara en la reivindicación de distintas causas sociales, entre ellas y por mencionar un ejemplo, las manifestaciones que se hicieron en México a favor de la Revolución cubana. Sin embargo, fue hasta 1971, gracias a la amistad que tenía con la actriz y dramaturga Nancy Cárdenas, y el escritor Carlos Monsiváis, que Juan Jacobo comenzó a adquirir un “encuadre coherente sobre sexo-política” que daría sus primeros frutos en 1978, con la fundación del Frente Homosexual de Acción Revolucionaria (FHAR) del cual formó parte. “Estábamos en la plena efervescencia de lo que se llamó la liberación homosexual, y en ese contexto el FHAR fue todo un parteaguas para el movimiento que se estaba generando en el país”, señaló el activista. No obstante, debido a que se presentaron al interior muchas fuerzas y grupos con intereses particulares, Juan Jacobo recordó que tres años después de su creación, en 1981, el FHAR se disolvió, lo que dijo, fue “una decisión racional”. De esta segregación surgieron alrededor de ocho grupos independientes, con públicos, temas y espacios de acción diferentes entre sí, aunque todos mantuvieron el objetivo de hacer visible a las personas de la diversidad sexual, defender su dignidad, sus derechos, su acceso a la salud y a la justicia. Entre esta nueva cepa de organizaciones estuvo Colectivo Sol, fundado, además de Juan Jacobo Hernández, por Mario Rivas y Rafael Manrique. ¡Qué nos vienen ustedes a joder! Durante la década de los ochenta, Colectivo Sol realizaba múltiples actividades a favor de la diversidad sexual: entregaba folletos, organizaba marchas y planeaba actividades culturales. Sin embargo, la irrupción del VIH/sida en México planteó la necesidad de generar estrategias para informar a la gente, sobre todo a homosexuales, acerca de este “cáncer rosa”, la “peste gay”, calificativos que recuerda Juan Jacobo, se le dieron a la epidemia en aquellos años. Fue así como en 1983 Colectivo Sol organizó la primera plática sobre VIH/sida en el país, con la participación de un doctor del Instituto Mexicano del Seguro Social. “Ese año andábamos presentando la obra de teatro Edén, así que un día, aprovechando la presencia del público gay que nos fue a ver, decidimos dar una charla sobre sida, como se le llamaba en aquellos años, al término de la función. Me acuerdo que la reacción de las casi 400 personas que estaban ahí fue sorprendente, entre burla, incredulidad y coraje. Los más vociferantes no dejaron de manifestar a gritos ¡Qué nos vienen ustedes aquí a joder!” Sin embargo, incidentes como este tendrían réplicas en varias ocasiones más, como esa vez que dieron una plática similar en un centro nocturno gay conocido como “El Vaquero”, muy popular en esa época. Hernández recordó que las dos veces que Colectivo Sol se presentó en el lugar, para hablar sobre el virus, les aventaron corcholatas de cervezas, además de que la gente reaccionó de manera muy prepotente. “Fue muy difícil acercarnos; yo creo que estas reacciones iniciales fueron producto del miedo y el desconocimiento que se tenía de la epidemia, pues no querían verse asociados con algo que estuviera relacionado con la muerte”. VIH/sida al interior de Colectivo Sol Pero uno de los momentos más difíciles por los que atravesó Colectivo Sol fue cuando el virus hizo acto de presencia al interior de la organización, pues en 1986, Mario Rivas, uno de los fundadores, cantante rockero de la agrupación Música y Contra Cultura, y pareja sentimental de Juan Jacobo, recibió un diagnóstico positivo que tiempo después derivaría en su fallecimiento. “Ante el diagnóstico de Mario, yo asumí automáticamente también un estado seropositivo, por lo que al principio me rehusé a realizarme la prueba; sin embargo él insistió en que me la hiciera, hasta que un día me decidí, y para mi sorpresa salió negativa. Eso me generó un sentimiento de culpa terrible, pues pensaba, por qué yo no, si estábamos en lo mismo, hacíamos lo mismo”. Hernández narró que el proceso de agonía de Mario fue traumático para todos quienes lo rodeaban, porque tuvieron que aprender con él todo lo que significaba vivir con una persona con VIH/sida. “Nunca quiso ir al hospital, se quedó en la casa hasta que murió”. Debido a que Mario era un hombre muy importante en su vida, Juan Jacobo supuso que después de su muerte Colectivo Sol también llegaría a su final. No obstante, el activista reconoce que este hecho lo impulsó para continuar en la respuesta al VIH, “porque no sólo se trataba de Mario, también eran los amigos que poco a poco iban muriendo; llegó un momento en que al revisar mis directorios contabilicé a 200 personas muertas por el virus. Para mí eso fue determinante, pensé, no puedo no estar en esto”. Continuará… http://www.notiese.org/notiese.php?ctn_id=5191 |
domingo, 28 de agosto de 2011
Colectivo Sol… 30 años de resplandor y nubarrones
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